- Cierres y excesivos controles transfronterizos son los principales riesgos que exigirán una renovada cuota de resiliencia
La variante Ómicron de Covid-19 representa una nueva amenaza para el comercio mundial justo cuando las fábricas, algunos exportadores mostraban signos de recuperación. Sin embargo, analistas afirman que el virus podría provocar sólo un pequeño shock, ya que los gobiernos están más preparados.
No obstante, no hay dudas en cuanto a que Ómicron añade más incertidumbre a la recuperación económica mundial.
El Ministerio de Comercio de China, no dispuesto a pasar las zozobras producidas por la variante Delta, anunció que seguirá de cerca el posible impacto de la nueva amenaza en el comercio y en las cadenas de suministro internacionales.
“En cuanto a los problemas y las dificultades a las que se enfrentan las empresas de comercio exterior, revisaremos las políticas de forma oportuna y las abordaremos de forma científica y adecuada”, dijo la portavoz del ministerio, Shu Jueting.
Todavía no está claro cómo afectará la nueva variante al sector manufacturero chino, pero podría ser un arma de doble filo para las exportaciones, según Capital Economics.
“Su difusión mundial podría seguir elevando la demanda de las exportaciones chinas, pero también podría agravar los problemas de suministro si, por ejemplo, provoca cierres en los puertos”, señaló la firma de investigación, la semana anterior.
Cabe mencionar que las exportaciones chinas ayudaron a impulsar la impresionante recuperación del país asiático desde una histórica contracción en el primer trimestre del año pasado, gracias a la fuerte demanda de suministros médicos y electrónica de consumo.
Aunque las exportaciones han seguido desafiando las expectativas este año, los analistas han advertido de una posible desaceleración.
“Si las medidas globales para prevenir el virus continúan el año que viene, la pandemia dejará de ser un shock externo o a corto plazo”, dijo Lei Da, profesor de economía de la Universidad Renmin.
De hecho, fue más allá e indicó que “sus impactos en el lado de la oferta pueden ser enormes”.
Una opinión más tranquilizadora la expuso Wang Jinbin, también profesor de economía de la Universidad Renmin:”Debido a la incertidumbre de la pandemia, es normal que haya pequeñas turbulencias.
Pero a largo plazo, creemos que no volverán a producirse turbulencias financieras similares a las de marzo de 2020″.
Mercado de capitales y gobiernos en la cuerda floja
El mercado mundial de capitales seguirá experimentando riesgos en 2022, según Cao Yuanzheng, presidente de BOC International Research, quien matizó esta idea al señalar que “en general, la economía mundial entrará en un estado de normalización: la tasa de crecimiento será relativamente plana, y el nivel de inflación seguirá siendo alto”.
Los gobiernos de todo el mundo han reaccionado rápidamente a la variante Ómicron desde que el recientemente se conoció su aparición en Sudáfrica, y varios países, entre ellos EE.UU., restablecieron rápidamente las restricciones de entrada a los viajeros procedentes del país africano.
Para el analista principal de Swissquote, Ipek Ozkardeskaya “los gobiernos ya tienen bastante experiencia, así que ninguno quiso esperar a ver qué pasaba después”.
Sin embargo, reconoció que “las nuevas rondas de cierre son una mala noticia para la actividad económica”.
Es probable que China continúe con su política de tolerancia cero en 2022, según los analistas, ya que su gobierno considera que la rapidez es vital para frenar la propagación.
Otros puntos clave son las fronteras, “aunque creemos que hay espacio para relajar las excesivas restricciones de salud pública en el frente interno, es probable que los controles fronterizos sigan siendo estrictos en 2022”, señaló un informe de JP Morgan.
Cadena de suministro: una nueva prueba
Los puertos y las empresas han estado luchando contra la crisis de la cadena de suministro global desde principios de año y justo cuando parecía que la crisis comenzaba a estabilizarse, el sector, al parecer, deberá enfrentar este nuevo golpe.
Ómicron es “otra prueba de capacidad de recuperación” para las cadenas de suministro ya estresadas, dijo Per Hong, socio senior de la consultora Kearney.
Como han demostrado las interrupciones causadas por la pandemia de Covid desde el principio, las medidas de bloqueo en un país tienen “efectos colaterales significativos tanto hacia arriba como hacia abajo en otras áreas”, señaló Hong.
Si esto sucede, añadió, “no solo se limitarán los envíos, sino que seguramente veremos aún más escasez de componentes clave de fabricación y pedidos atrasados extendidos para productos básicos electrónicos, automotrices y de consumo, según las regiones afectadas”, dijo.
Por su parte Sian Fenner, economista líder para Asia en Oxford Economics, indicó que “las cadenas de suministro siguen siendo vulnerables a las interrupciones relacionadas con la pandemia, y la variante Ómicron revela que la crisis aún no ha terminado”.
Trabajadores transfronterizos en riesgo
Como sea, la realidad es que una semana después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) designara la nueva cepa Ómicron de COVID-19 como “variante preocupante”, al menos 56 países han vuelto a imponer diversos grados de restricciones a los viajes.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo, IATA; la Cámara Marítima Internacional (ICS); la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU), y la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), han pedido conjuntamente a los gobiernos que no vuelvan a imponer restricciones fronterizas que limiten aún más la libertad de movimiento de los trabajadores del transporte internacional y que aprendan de las lecciones de los dos últimos años.
Según manifiestan, los trabajadores del transporte transfronterizo, incluidos los marinos, los tripulantes aéreos y los conductores, deben poder seguir haciendo su trabajo y cruzar las fronteras sin normas de viaje excesivamente restrictivas, para mantener en movimiento unas cadenas de suministro que ya están en crisis.
Texto y Foto por Mundo Marítimo