Pocas cosas pueden competir con la belleza de la naturaleza, que en infinidad de rincones del planeta nos regala paisajes de ensueño que cuesta creer que son reales.
Uno de estos lugares mágicos es Swakopmund, la principal ciudad costera de Namibia, país situado al suroeste de África.
Aquí las arenas del desierto del Namib se encuentran con las aguas del océano Atlántico creando una escena maravillosa.
Aunque Swakopmund es el punto en el que mejor se puede contemplar este paisaje, lo cierto es que el desierto del Namib, considerado el más antiguo del mundo al tener alrededor de 55 millones de años, se extiende por unos 1.600 kilómetros junto a la costa atlántica fundiéndose con el océano.
El desierto del Namib es igualmente popular por la altura de sus dunas, que llegan a medir hasta 300 metros. Algunas de ellas se encuentran también prácticamente pegadas al océano haciendo aún más espectacular el paisaje.