-Mejoras operacionales de fácil implementación redundaría en impactos de largo plazo
La carrera por la descarbonización se ha tomado la agenda de grandes y pequeños actores en la cadena logística marítima. Ya no es un valor agregado, sino una demanda de parte de clientes, usuarios y todos los stakeholders asociados.
De este modo, se han explorado combustibles alternativos y sistemas de combustión diferentes que permitan dejar de lado el carbono como principal fuente de energía para el shipping –y sus extensiones en tierra.
Pero, lo cierto es que las soluciones digitales están jugando un rol cada vez más relevante para el cometido de este logro: la visibilidad de la data.
Luego de la ola de automatización impulsada por la pandemia, un segundo beneficio detectado del uso de tecnologías digitales es que la información que se desprende entrega nuevos niveles de visibilidad, permitiendo así considerar nuevos aspectos en el análisis y posterior toma de decisiones.
Así lo revela el estudio “How Digitally-driven Operational Improvements Can Reduce Global Freight Emissions” (Cómo las mejoras operacionales basadas en digitalización pueden reducir emisiones globales de carga), publicado por el Foro de Transportes Internacional ITF OCDE –al cual MundoMaritimo accedió de manera exclusiva— y donde se muestran las tendencias de esta aplicación y sus beneficios.
Siete medidas
El estudio propone siete medidas a implementar que resultan en la reducción de emisiones de carbono en la industria del shipping: mejorar uso de camiones; mejorar uso de trenes; optimizar utilización marítima; fortalecer capacidad portuaria; implementar smart steaming; adoptar sistemas de transporte inteligentes; reducir tiempos de espera intermodal.
Aun cuando ninguna de estas medidas por sí sola tendría el poder de demostrar una reducción significativa en las emisiones de carbono: la aplicación de una combinación de ellas entregaría resultados óptimos, dependiendo de las realidades, necesidades y recursos de cada sector que las aplique. Asimismo, “las mejoras digitales por sí solas no serán suficientes y son necesarias políticas adicionales”, dicta el documento.
De todas las medidas, el aumento de utilización marítima tendría uno de los impactos más altos en la reducción de emisiones de CO2 al 2050, con una disminución de 17% en comparación con el escenario base de 2019.
Smart steaming, tiempos de espera y espacios
Hace unos años atrás, el slow steaming era implementado como manera de retrasar el arribo de las naves a ciertos puertos para evitar episodios de congestión o para ajustar tiempos asociados a los itinerarios.
Con el tiempo, el término ha variado hacia la navegación inteligente, ni rápida ni lenta, sino que bajo una premisa de operación óptima.
De este modo, más que buscar el ahorro de combustible –y la consiguiente reducción de emisiones—también se está tomando en consideración la recalada y los tiempos de espera en puerto.
De todas las medidas, esta sería la de mayor impacto en la reducción de emisiones de CO2, resultando en un rango entre 24% y 27% al 2050 (comparado con escenario base de 2019).
Además, la optimización de los espacios, tanto en buques, camiones y puertos, jugaría un rol clave. Plataformas digitales permiten visibilizar espacios disponibles para agendar su uso y así disminuir el ratio de desocupación.
Así, las naves harían sus travesías con un mayor porcentaje de ocupación y los camiones podrían ingresar al patio a descargar/cargar con información más precisa y con menores tiempos de espera.
Sistemas inteligentes y fuertes
Sistemas de transporte inteligentes, equipados con herramientas digitales, permiten monitorear el desempeño de la red de transporte y, cuando esa data es utilizada de manera correcta, habilita la toma de decisiones que optimizan el flujo de transporte. Lo mismo sucede con el fortalecimiento de la capacidad portuaria. La digitalización de operaciones portuarias permitiría aumentar la capacidad de los umbrales de desempeño, incrementando su velocidad de operación y compartir data entre sistemas compatibles.
Según el estudio, no reduciría el aumento de emisiones de CO2 al 2050, pero sí ayudaría a que esa cifra sea menor.
Los principales ahorros estarían asociados a un uso eficiente de recursos, combinado con menores emisiones en algunos casos o con crecimiento menor de emisiones en otros.
Redacción y foto por el portal web Mundo Marítimo