A raíz de los ataques que han sufrido los buques comerciales en el mar Rojo, desde la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) exigimos priorizar la seguridad de la gente de mar.
Agradecemos la decisión de algunas de las mayores compañías navieras, como Maersk, Hapag Lloyd y MSC, de dejar de navegar por el mar Rojo, fruto de la cual muchos buques han cambiado de ruta para no poner en riesgo la vida de la gente de mar.
Acogemos con satisfacción la noticia de que BP y el grupo de petroleros Frontline hayan interrumpido temporalmente el tráfico a través del mar Rojo.
Reconocemos que la ruta del mar Rojo, incluido el canal de Suez, es una parte fundamental de la cadena de suministro mundial y que tomar la ruta alternativa por el cabo de Buena Esperanza amplía la travesía en más de 3000 millas náuticas, lo que podría añadir semanas al tiempo de navegación de la gente de mar.
El cambio de ruta tendrá una gran repercusión en los periodos de servicio de la cadena de suministro mundial, aunque lo más importante es que reducirá los riesgos que el mar Rojo plantea actualmente para los marinos y las marinas.
Stephen Cotton, secretario general de la ITF, señala: “Lo que más preocupa a la ITF es la seguridad de la gente de mar, y cabría esperar que las compañías navieras compartieran esa preocupación. La gente de mar mueve el mundo. Aplaudimos a las compañías que están desviando sus buques a otras rutas. Esta vez debemos centrarnos en la salud y seguridad de la gente de mar y no tanto en el costo del combustible y el transporte”.