Después de 4 meses zarpó de Santa Marta el buque ‘Nissi Commander l’

-Fue remolcado por una motonave de bandera panameña hasta Aruba

La Dirección General Marítima, Dimar, a través de la Capitanía de Puerto de Santa Marta, autorizó el zarpe del buque tipo tanquero de nombre ‘Nissi Commander I’ de bandera de Mongolia, que arribó el pasado 4 de enero al puerto de Santa Marta con el fin de abastecerse de víveres.

La embarcación, con 14 tripulantes y debido a la falta de combustible para operar, no pudo continuar su trayectoria.

Luego de más de 3 meses, zarpó este jueves asistido de un remolcador de nombre ‘Offshore Solution’, de bandera de Panamá, el cual lo trasladará hasta la isla de Aruba para ser subido a dique.

La motonave presenta algunos problemas técnicos que le imposibilitan maniobrabilidad y navegar de manera autónoma y segura.

De acuerdo con el reporte de la  Dimar, estructuralmente el ‘Nissi Commander I’ posee doble casco y hasta el momento de su salida no se detectó una posible fuga de hidrocarburos.

Posee una carga de 9.365 toneladas de IFO 380 full oil residuales. Por tal motivo, se coordinaron todos los protocolos de seguridad, aplicando los debidos procedimientos exigidos por la normatividad internacional, de tal forma que se garantice una operación integralmente segura.

“La Autoridad Marítima continúa trabajando con las demás autoridades con el fin de mantener operaciones marítimas integralmente seguras en el Caribe colombiano“, comunicó la Dimar.

La historia

El buque con bandera de Mongolia quedó fondeado en la Bahía de Santa Marta desde el 4 de enero de 2021, por cuanto la Capitanía de Puerto de esta ciudad, en inspección de control, lo dejó inmovilizado sin atracar al desembarcadero, al encontrar varias faltas técnicas que impedía su debido arribo.

A raíz de esta situación, la tripulación comenzó a padecer distintas penurias, asegurando que el barco fue prácticamente abandonado por los responsables del mismo.

El apoderado judicial en su momento argumentó que la nave se convirtió en un lugar indigno para la vida decente de la tripulación, pues no contaba con el suministro de energía eléctrica que permitiese la ventilación y el aseo de la misma, aunado a la presencia de plagas que amenazaron gravemente la salud, con factor de riesgo epidemiológico para esta ciudad.

No había agua potable para aseo, necesidades fisiológicas y consumo de sus defendidos, quienes pasaron varios días sin bañarse, ni cepillarse los dientes, con el aditamento de que los inodoros se encontraban en mal estado y se veían obligados a realizar sus necesidades como pudieren, circunstancias que generó un enorme riesgo sanitario y de salud para sus vidas.

Fuente El Heraldo de Colombia.