Cambio climático pasa factura; el Canal lo siente con fuerza

La prolongación este año de la época seca ha afectado a los lagos artificiales que alimentan a la vía, que también surten a más del 50% de la población de Panamá, por lo que el Canal redujo el calado.

Los panameños en general, y en particular los agricultores y el Canal de Panamá, han sentido con fuerza los efectos de una temporada seca mucho más larga e intensa que lo habitual.

Durante este año, fueron cinco meses y medio en los que no se registraron lluvias significativas en la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá, lo que implicó tan solo dos semanas menos que la temporada seca más extensa de la que se tiene registro, que duró seis meses, según dijo al Faro Erick Córdoba, gerente encargado de la División de Agua del Canal de Panamá.

El Canal, que evidentemente se debe al agua -su principal materia prima-, ha anunciado varias medidas que no dejan duda sobre la secuelas del cambio climático en la operación. De hecho, parece que se ha llegado a un punto crítico.

El pasado 25 de julio, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) comunicó a sus clientes que a pesar de la llegada de la temporada de lluvias en Panamá y la aplicación de medidas de ahorro de agua, que habían impuesto para mitigar los efectos adversos de la prolongada estación seca en la cuenca, era inevitable implementar acciones adicionales para reducir la posibilidad de nuevas restricciones de calado.

Fue así como se indicó que debido a la sequía de los primeros meses del año, a partir de hoy, 30 de julio de 2023, y hasta nuevo aviso, la capacidad de tránsito diario será ajustada.

Esto se traduce en que ahora pasarán por la ruta un promedio de 32 buques por día, cuando anteriormente lo podían hacer 36.

Lo que aparenta ser un pequeño cambio, en realidad marca una importante diferencia.

Hace un mes, en junio, cuando la ACP comunicaba sobre las medidas de ahorro de agua que se estaban implementando desde el mes de enero, el administrador de la vía, Ricaurte Vásquez, precisó que de empeorar las condiciones climatológicas de ese momento, el Canal contemplaba la implementación de “medidas extremas” que incluirían limitar el número de tránsitos diarios.

En ese momento manifestó que transitaban entre 35 y 36 buques por día; que “habría que bajar a 32 y 28 tránsitos por día”. Un mes después, ese punto de quiebre ha llegado.

En la nota dirigida esta semana a los clientes, firmada por Boris Moreno Vásquez, vicepresidente de Operaciones, se aclara que una reducción en el número de tránsitos diarios durante un período prolongado “invariablemente aumenta el tiempo de espera de algunos buques, en particular, de aquellos que no obtienen una reserva”.

En ese sentido, recomendó a todos los clientes que hagan uso del sistema de reserva de tránsito para reducir la posibilidad de grandes retrasos.

La ACP, además, dejó la puerta abierta a más cambios, ya que adelantó que podrá implementar medidas adicionales y establecer otros procedimientos, acordes con la operación segura y eficiente del Canal.

Antes, con las primeras medidas de ahorro acordadas este año, la ACP había reconocido que el impacto económico sería inevitable.

En este momento resultaría prematuro hacer proyecciones sobre los ingresos canaleros, pero cualquiera restricción supone menos ingresos, lo que tendría que ser compensado, tal vez, con reducciones de gastos o ajustes en las inversiones.

En las esclusas panamax se han estado haciendo esclusajes cruzados, es decir, combinando el agua de un lado de una esclusa a otra.

Además, se han calendarizado los tránsitos para reutilizar en la mayor medida la misma disponibilidad de agua dentro de cada una de las recámaras para transitar más buques.

La prolongación este año de la época seca ha afectado a los lagos artificiales que alimentan a la vía, que también surten a más del 50% de la población de Panamá, por lo que el Canal redujo el calado, que es la profundidad que alcanza en el agua la parte sumergida de una embarcación.

El día de ayer, 29 de julio, el lago Aljuela, por ejemplo, tenía un nivel de 212 pies, cuando su máximo operativo es 252 pies.

El Gatún, en tanto, estaba en 79 pies y su nivel máximo es 87.50 pies.

El Canal de Panamá disminuyó progresivamente, hasta los 44 pies o 13.41 metros, el calado máximo en las esclusas neopanamax.

Los barcos neopanamax, triplican en tamaño a las embarcaciones panamax que atraviesan las esclusas centenarias.

El calado máximo que ofrece la ampliación del canal es de 50 pies.

La reducción de dicho calado implica que los buques deben reducir el volumen de carga cuando crucen el Canal de Panamá.

El futuro cercano se pinta complejo, considerando que desde el 8 de junio, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica declaró el inicio de un evento El Niño, lo que reduce las probabilidades de que las lluvias superen el promedio en lo que resta de la temporada lluviosa 2023.

El Canal ha tomado en consideración el pico de intensidad del evento El Niño que se espera para los últimos meses del 2023, aumentando las probabilidades de un adelanto en el inicio de la temporada seca 2024. Mayores retos para el año que está por venir.

Puntos clave para entender la crisis del agua en la cuenca

  • El último trimestre de la temporada lluviosa 2022 estuvo 25% por debajo del promedio histórico. Ocupando la posición número 12 entre los más secos.
  • Los primeros meses de la temporada lluviosa 2023 (abril, mayo, junio) ocupan el segundo lugar entre los más secos del registro histórico.
  • El caudal de los ríos que aportan agua a los embalses Gatún y Alhajuela se mantienen bajos.
  • Los aportes acumulados a la cuenca del Canal, de enero a junio 2023, ocupan la posición número 7, entre los más secos en 126 años.

Tomado del Diario La Prensa periodista Yolanda Sandoval

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